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MUJERES QUE REDEFINEN LOS MARES: EL AVANCE FEMENINO EN LA MARINA DE MÉXICO



El camino de las mujeres en la Marina de México está marcado por la fuerza, el coraje y una constante evolución. Desde su incorporación inicial en 1942, han desafiado estereotipos y abierto caminos en un ámbito tradicionalmente masculino, dejando huella en todos los espacios del ámbito naval.

La presencia femenina en la Semar comenzó formalmente en 1942, cuando se abrió la convocatoria para el Servicio de Sanidad Naval, permitiendo el ingreso de enfermeras y afanadoras, marcando el inicio documentado de la presencia femenina en la Marina de México, pero fue en 1961, cuando las mujeres ingresaron por primera vez a las Escuelas de Formación de la Semar al integrarse a la Escuela de Enfermería Naval. 

En 1975, una mujer se embarcó por primera vez en un buque de la Armada, y en 1989, una cirujano dentista alcanzó el grado de contralmirante, demostrando que el liderazgo no tiene género. A finales de los años ochenta, las primeras mujeres ingresaron a la Escuela Médico Naval, y poco después, la Teniente de Corbeta Karmina Cortés se convirtió en la primera piloto aviador naval, marcando otro hito.

Las mujeres también han demostrado su capacidad en tareas operativas, técnicas y estratégicas. Desde 2010, forman parte de las unidades de Infantería de Marina, y en 2011, una mujer se graduó por primera vez en Fuerzas Especiales. Actualmente, más de 5,100 mujeres sirven en esta rama, participando en tareas de seguridad, rescate y combate.

En el mar, 473 mujeres integran las unidades de superficie de la Armada, y 23 forman parte del Sistema de Búsqueda y Rescate, incluyendo a siete nadadoras de rescate. En el aire, 29 mujeres son pilotos navales, 10 de ellas comandantes de aeronaves. En tierra, las mujeres también destacan en disciplinas como la oceanografía, la meteorología, la ingeniería y la protección ambiental.

Estos logros son resultado del esfuerzo colectivo de mujeres que, con talento y convicción, han derribado barreras y cambiado paradigmas. Ejemplo de ello es la Contralmirante Yza Nubia Frías Aguirre, primera egresada de la Escuela Médico Naval en alcanzar ese grado, quien hoy lidera el Centro de Estudios Navales en Ciencias de la Salud.

Más allá de los cargos y estadísticas, esta evolución representa una conquista simbólica y real: las mujeres no solo tienen un lugar en la Marina, sino que también la transforman desde dentro, demostrando que la capacidad y el compromiso no dependen del género.

Las mujeres en la Marina de México han demostrado que los límites impuestos pueden romperse. Cada avance ha sido una victoria colectiva que inspira a nuevas generaciones. Su presencia no solo fortalece la institución naval, sino que también enriquece la lucha más amplia por la igualdad sustantiva en todos los espacios de la vida pública y profesional.