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La repercusión del cambio climático acentúa la desigualdad de género.



“Tenemos que conservar el medio ambiente para que nuestras hijas y nuestros hijos disfruten de un mundo sostenible que beneficie a todas las personas. Se lo debemos a nuestra generación, y también a la próxima generación”.
Wangari Maathai. Activista por el Medio AmbienteLas mujeres somos el grupo más vulnerable ante el cambio climático consecuencia de las políticas poco inclusivas que merman nuestra participación en la toma de decisiones.
Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, considera que dar voz a las mujeres en cuestiones medioambientales es un asunto “urgente” que repercutirá de forma positiva en un mundo que parece "no ser del todo consciente" de la amenaza que supone el cambio climático.

El modelo productivo en el que vivimos enfrenta dos grandes desafíos, por un lado el cambio climático y por el otro la lucha feminista; ambos al conjugarse aportan propuestas esenciales para hacer frente a la crisis ecológica y social que vive el mundo.

Datos señalan que el 80 por ciento de las personas desplazadas consecuencia del cambio climático son mujeres. Además en los países en vías de desarrollo son las que dedican la mayor parte de su tiempo a los cultivos, o a la búsqueda de alimentos, combustible y agua potable, por lo que el clima es un factor que determina sus actividades y su calidad de vida. Además, son parte de las comunidades rurales más expuestas a la sequía.

Las diversas consecuencias de la sequía:
Provocaron más:
● Violencia contra las mujeres
● Mortalidad materna
● Matrimonio infantil
● Infecciones
● Hambre
● Malnutrición
● Usurpación ilegal de tierras
● Pobreza
Y menos:
● Saneamiento e higiene
● Condiciones de vida
● Seguridad alimentaria
● Suministros de combustible
● Asistencia escolar
Fuente:ONU MujeresDatos de Oxfam indican que las mujeres representan el 75 por ciento de la mano de obra en el campo, pero poseen sólo el 1% de la tierra.
En el caso de la recolección de la biomasa esta labor de igual forma recae en el sector femenino quienes también son las vulnerables al no contar con electricidad.

A menudo, las mujeres y las niñas son las últimas en comer o en ser rescatadas; se enfrentan a mayores riesgos de salud y seguridad cuando los sistemas de agua y saneamiento se ven afectados; además asumen una mayor carga de trabajo doméstico y de cuidado sin retribución económica.

Para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 primero se debe avanzar hacia la igualdad, ya que muchas de las actividades que ahora realizan las mujeres dejarían de existir.

Como pioneras en la adopción de nuevas técnicas agrícolas o como emprendedoras de la energía ecológica las mujeres somos agentes de cambio, pero para que esto sea posible debemos desarrollarnos en condiciones de igualdad rumbo a un futuro más sostenible.